En un partido aburrido, River venció a Arsenal por 1 a 0 tras un gol de Cavenaghi de penal. El "Millonario" quedó a tres puntos de la cima del torneo.
En el fútbol existen diversas maneras de ganar un partido. Se puede jugar bien y ganar, jugar mal y conseguir los 3 puntos, o prácticamente no patear al arco y que la victoria se haga realidad. Eso, justamente, sucedió anoche en el Estadio Monumental.
River enfrentaba a un duro rival como es el Arsenal de Sarandí de Gustavo Alfaro. El orden, equilibrio y la pelota parada son las armas predilectas de un equipo que dejó de ser promesa para convertirse en realidad.
Ramón Diaz planteaba en cancha un equipo muy parecido al que venció a San Lorenzo por 1 a 0. Salvo Kranevitter por Ledesma y Mercado por Solari, los nueve restantes eran los mismos que jugaron, quizá, uno de los mejores partidos de este ciclo de Ramón como DT.
Como era de imaginar, Arsenal salió con dos líneas de cuatro bien marcadas, para aguantar la embestida "Millonaria". Al igual que contra Tigre, a River no se le caía una idea. Era previsible, lateralizaba permanentemente y no aceleraba en ataque.
Hubo que esperar un cuarto de hora para la primera jugada de peligro del partido. Centro de Lanzini, Balanta la peinó en el primer palo y Mercado, tras un gran cabezazo, se encontró con un atajadon de Alejandro Limia. La gente se ilusionaba. Gritaba. Alentaba. Creía que era el momento de River en el partido.
Pero no fue así. Desde ahí en más, el Millo no pateó mas al arco. Sí lo hacía Arsenal, quien tuvo el primer gol del partido en los pies de Caraglio y Sperdutti.
Se iban los primeros 45 minutos. Un River deslucido dejaba la cancha bajo una leve silbatina.
Regresaban los mismos 22 jugadores para la segunda etapa. Nada parecía cambiar.
Lanzini no aparecía. Rojas estaba impreciso y a Carbonero se lo notaba cansado. River se quedaba sin armas para vulnerar a un Arsenal que estaba muy bien parado en la cancha.
Pero a los 15 minutos del complemento, iba a quedar sellado el rumbo del partido. Vangioni tocó para Cavenaghi, quien recibió y le devolvió la pared al ex jugador de Newell`s. Cuando estaba por entrar en el área, Milton Caraglio lo desacomodo levemente y el "Piri" se dejó caer. Lunati marcó el punto penal y se desató la furia de Alfaro y compañía, con justa razón -el foul fue afuera del área y fue dudosa la sanción-.
Las quejas eran historia. Cavenaghi ejecutó el penal fuerte y al medio, engañando a Limia. El marcador se abría y la gente deliraba. Sí. Deliraba jugando mal. El "resultadismo" se adueñaba del Monumental.
Desde el gol, créanme, no paso nada más. Podemos contar una buena jugada de Teo, quien disparó desde afuera del área y la pelota se fue lamiendo el palo derecho de Limia. Arsenal era puro empuje. Sin claridad. Salvo algún borbollon dentro del área, jamás inquieto a Barovero.
Lunati pitaba el final y los jugadores de River se abrazaban en el círculo central. Era la chance de sumarse al pelotón de arriba. Y lo consiguió. Los 3 puntos se quedaron en casa. Siete puntos sobre nueve posibles en una semana. Sirve para comenzar a gestar una peqeuña "ilusión". Jugando bien, o jugando mal.
Juan Manuel Nahoum
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